Estuve unos meses en el bote. Había muchos policías presos, dato curioso, y normalmente, la autoridad no los apoyaba en lo más mínimo y tenían que cuidarse solitos. Uno me caía muy bien, era super higiénico y respetuoso. Luego me enteré que era tránsito, y aprendí que esas criaturas en el fondo también tienen un alma. O al menos, que sí hay una excepción a la regla.
Estuve unos meses en el bote. Había muchos policías presos, dato curioso, y normalmente, la autoridad no los apoyaba en lo más mínimo y tenían que cuidarse solitos. Uno me caía muy bien, era super higiénico y respetuoso. Luego me enteré que era tránsito, y aprendí que esas criaturas en el fondo también tienen un alma. O al menos, que sí hay una excepción a la regla.