Va. Es [era] una app para leer mangas, manhuas y toda la parafernalia china, incluso cómics americanos y similares, para Android, y según muchísimas personas, la mejor. Pues valió madre porque unos weyes de una compañía coreana llamada Kakao los amenazaron quesque por piratería. Lo absurdo es que Tachiyomi no hospedaba o se conectaba directamente con los sitios de scanlation (donde la gente comparte traducciones hechas por fans del contenido), sino que necesitaba que el usuario instalar explícitamente plugins para eso (algo como el sistema de qBittorrent). Pues ni por esas. Así que al final la app valió y pues eso.
Es que también son bien pussys, cedieron a la primera amenacita de un changarrito Coreano X, si ellos no proporcionaron los links no procede nada legal, pero por lo visto son de los pendejos que les dan miedo los litigios y desconfian de los abogados.
Me hubiera gustado que les respondieran como lo hacían los de The Pirate Bay en sus buenos tiempos. Pero también, no sé, si yo voy a hacer una app que tiene potencial para que los hijoputas amantes del copyright me busquen las cosquillas, al menos me la hospedo en un git propio, o lo hago de modo que no haya forma de asociarlo con mi identidad real. Por ahí andaban diciendo que los cabrones coreanos habían rastreado hasta a todos los que habían contribuido al repositorio, pero ve tú a saber si es cierto o no.
Dicen que solo era un hobby, por lo que veo se les fue de las manos, pero se nota que les falta barrio, son del tipo Steve Wozniak, en un momento son tan genios para atrapar el rayo en una botella y al rato se dejan engañar por el “inspector de billeteras”.
y el que te comes sin pretexto?
Va. Es [era] una app para leer mangas, manhuas y toda la parafernalia china, incluso cómics americanos y similares, para Android, y según muchísimas personas, la mejor. Pues valió madre porque unos weyes de una compañía coreana llamada Kakao los amenazaron quesque por piratería. Lo absurdo es que Tachiyomi no hospedaba o se conectaba directamente con los sitios de scanlation (donde la gente comparte traducciones hechas por fans del contenido), sino que necesitaba que el usuario instalar explícitamente plugins para eso (algo como el sistema de qBittorrent). Pues ni por esas. Así que al final la app valió y pues eso.
Es que también son bien pussys, cedieron a la primera amenacita de un changarrito Coreano X, si ellos no proporcionaron los links no procede nada legal, pero por lo visto son de los pendejos que les dan miedo los litigios y desconfian de los abogados.
Me hubiera gustado que les respondieran como lo hacían los de The Pirate Bay en sus buenos tiempos. Pero también, no sé, si yo voy a hacer una app que tiene potencial para que los hijoputas amantes del copyright me busquen las cosquillas, al menos me la hospedo en un git propio, o lo hago de modo que no haya forma de asociarlo con mi identidad real. Por ahí andaban diciendo que los cabrones coreanos habían rastreado hasta a todos los que habían contribuido al repositorio, pero ve tú a saber si es cierto o no.
Gigachads los de Pirate bay.
Dicen que solo era un hobby, por lo que veo se les fue de las manos, pero se nota que les falta barrio, son del tipo Steve Wozniak, en un momento son tan genios para atrapar el rayo en una botella y al rato se dejan engañar por el “inspector de billeteras”.