Leyendo un tuit, ¿o era un video?, acerca de lo retro, caí en cuenta de algo: lo retro ya no existe. En algún momento, entre el 2000 y el 2010, se perdió el formato retro, vintage, nostalgia. ¿Pero cómo? Como diría Timmy: “internet”.
Aunque internet nos acompaña en México desde 1992, ¿o era el 93? (me refiero a que ya era comercialmente viable), aún en los años dos mil estar conectado era un privilegio. Era de ñoños, era pseudo, era radical y, a la vez, nerd. La información llegaba a cuentagotas, en silos, en puestos y kioscos digitales; lo que traía ese dealer mágico que publicaba información del mundo real en foros y listas de correo. Ser otaku significaba descargar torrents que te llevaban medio día o todo el día. Maldito AOL. Así que debías elegir con cuidado si querías ver Hand Maid May o DNA². Lo segregado y limitado del internet te obligaba a seleccionar gustos incluso dentro de tu propio hobbie. En internet, el tiempo era un recurso limitado: computadoras de 16 bits y módems que transmitían datos a pocos bits por segundo, todo muy analógico, con ruidos y todo.
Ahora, imagínate: cualquier película que salga en cines estará en internet en una semana. No hay forma de evitar verla, legal o ilegalmente, al alcance de tu mano, a cualquier hora. ¿En la madrugada? Sí, en la madrugada. ¿Porno? Uff. ¿Te han contado de aquellas épocas en las que los pubertos veían porno en VHS a escondidas? ¿Y ahora? Con tu celular en modo rotación y audífonos Bluetooth ya puedes ver el último video del fetiche más neurótico de Asia o Polonia. (¿Siguen las camgirls polacas por ahí?)
¿A dónde iba? Ah, sí, lo retro murió porque la era nunca termina, nunca hay un cambio generacional. O más bien, ahora todos los nuevos niños son la generación de las “no cosas”. Tienen toda la información del mundo en todo momento: sin recoil, sin lag (maldito lag).
Nosotros, aunque teníamos internet, lo vivíamos de forma escalonada. En Japón salía un anime, y cuando lanzaban el DVD, alguna buena alma subía el rip a un torrent. Semanas después, finalmente podíamos descargarlo. ¿Y ahora? Amigo, ahora sale en simultáneo en Crunchyroll. Apenas el gordo-puta de Norcorea lanza un misil, y un minuto después ya es tendencia en Twitter. Pero no solo en Twitter: también en Instagram, Facebook, Reddit, en todo. La vida en internet es un streaming constante de información que nunca termina, pero tú eres como un pez Dory; cada cinco minutos se te acaba la “stamina” de memoria y cambias al siguiente tema.
Tuve que esperar tres días, ¡tres míseros días!, para bajar Gone in 60 Seconds. Me dijeron que era la mejor película de carreras y autos. Y aunque el Eleanor es hermoso, seamos sinceros: es una película meh. Pero ahora tienes 100 canales que ya criticaron una película que ni siquiera ha llegado a las salas de tu rancho bicicletero. Lo nuevo ya fue ayer. No hay retro, no hay nostalgia. ¿Qué sigue? ¿Ya viste Arcane o Secret Level? No importa, porque mañana nadie hablará de eso.
Yo aún siento nostalgia jugando mi GBA y mi GameCube. ¿Por qué diablos Nintendo usó mini discos? ¿Estaban pendejos? (Obvio). En fin, hasta aquí llegó mi pseudo rant intelectual.
Internet ya no se siente emocionante. Antes internet era de gente que sabía del tema. Hoy no te salvas ni de las señoras chismosas llenas de fake news.
Antes era llegar de la escuela o el trabajo, encender tu computadora con monitor CRT y comenzar a hacer búsquedas sobre tu proyecto del hobby que tanto te gustaba.
Entrabas a foros y te pasabas horas leyendo los mensajes que ya tenían años de ser publicados o si tenías más suerte encontrabas temas con respuestas recientes y te animabas a registrarte y hacer preguntas.
Si hacías búsquedas en español generalmente eran foros con dominios .es o .com.ar.
Era emocionante leer cada mensaje y si eran foros de proyectos, ir leyendo los avances del autor y los comentarios de todos los participantes para ir mejorando. Allí leías y tomabas ideas para tu propio proyecto de tu hobby favorito.
Hoy ya no es emocionante. Se volvió algo tan comercial y político que ya no interesa leer nada. Antes aunque sabías que ya habían pasado años de esos mensajes era igual de emocionante porque era tu descubrimiento y valía la pena leer todo.
Hoy todos quieren ser el centro de atención, tener la última noticia para ser el primero en recibir todos esos likes inservibles. Ya no se publica por compartir sino para ser el primero y ser el popular de 5 minutos en turno.
Y es donde viene el problema: leer hoy en día es algo que ya no se hace porque sabemos que es información basura, repetida hasta el cansancio y que no va a durar más de un día porque saldrá otro tema irrelevante, todos publicando exactamente lo mismo tratando de ser quien recibe toda la atención aunque sea por unos segundos.
Y tampoco nosotros nos esforzamos por buscar información con más profundidad ni de crearla porque sabemos que será prácticamente una pérdida de tiempo. Que o no existe ya esa información o que si le creamos ni nosotros la volveremos a leer nunca más.
Eso era lo que me gustaba de reddit hasta que empezó el desmadre, en subs como mujico era curioso ver las referencias y bromas locales de la comunidad. En el caso de hobbies como dices, ver el avance de los proyectos. Por eso mismo a mi me gusta leer blogs, me dan esa emoción de haber encontrado algo interesante, por desgracia, la mayoría que encuentro tienen muchos años de inactividad.