Hollywood es algo curioso: se puede burlar de un colectivo, pero al día siguiente puede proclamarse parte de ese colectivo si eso le va a generar dinero. Aunque hay muchos ejemplos de esto con la ya más que explotada cultura “woke”, que a estas alturas nadie sabe qué es, pero se ha convertido en un enemigo como el coco o el SAT.

(La venganza de los nerds, película que puso en el colectivo occidental la idea del nerd como un paria descosido)

Allá por el lejano 2011 o 2012, se anunciaba que un protagonista de novelas británicas (sí, eso son, novelas británicas, nada de “dramas de época”) fue seleccionado para representar al siguiente héroe de los calzones rojos, pero sin calzones rojos. Fuera de lo ya basureada que fue dicha película —y merecidamente—, hay un fenómeno que me parece curioso que sucedió después.

(Henry haciendo novelas de esas que acaloran a tu mamá)

Si recuerdan aquel video donde sale el troglodita armando una PC, un video más producido que un TikTok chino, fue a partir de aquellos días que se empezó a inducir la idea de que el actor era un gamer empedernido, llegando a la desfachatez de rumorar incluso que era gordo y buleado cuando era joven. Sí, hay gente que cree semejante falopa.

Solo con una pequeña búsqueda en su buscador monopólico favorito se puede ver que, en promedio, un actor dedicado a un rol de acción entrena en el gym de 3 horas a todo el día según la necesidad, y ensaya hasta 16 horas al día, 6 días a la semana. Y aun así, hay quienes creen que este tipo se avienta campañas enteras de Warcraft o juegos de mesa estilo Warhammer 40k sin salir de su cuarto.

(Este pobre chico fue buleado por gordo y nerd, pobrecito.)

Y es que toda esta movida de marketing ha sido para vender al actor dentro del sector de superhéroes y videojuegos, posicionándolo en papeles relacionados con franquicias donde los fans son fervientes protectores y cadeneros que deciden quién merece o no el derecho al amor del fandom. Y lo peor es que ha salido redondito: Cavill, que para mi gusto tiene las mismas dos expresiones en todas sus películas, ahora figura en producciones “nerds” como The Witcher y la próxima adaptación de Warhammer. Además, me imagino que hará carrera en más, porque sus películas fuera de franquicias quiebran estrepitosamente.

Y al final, gaslighteado, entras a redes sociales (o los intentos de estas) y dices: “Yo soy Henry Cavill, pero en feo”.